En conmemoración al “Día Internacional de la Mujer” el pasado 8 de marzo COMEPA realizó un concurso de Fotografía y Dibujo “Igualdad de género hoy, para un mañana sostenible”, con el fin de reflejar el valor del compromiso de la mujer con las políticas y conductas tomadas a futuro para lograr un bienestar medioambiental.
Compartimos la devolución realizada por el jurado conformado por:
Dra. Rossana Spalvier.
Lic. Soledad Pesce.
Mtra. Mabel De Agostini.
Entre los varios motivos por los cuales resultó ser este el 1er Premio del Concurso, priorizamos, que el mensaje que transmite la autora- Victoria Martínez- es totalmente ajustado al desafío planteado en el llamado. La imagen de la MUJER aparece comprometida con el hoy y el mañana en la lucha para disminuir la crisis climática y los desastres posibles de un Siglo XXI, amenazado seriamente. Y a esa lucha, no la imagina sin la mujer como protagonista. Una imagen original pintada con mezcla de técnicas, con una colorimetría que recoge en bellísimas pinceladas todas las tonalidades de un planeta, pero dejando en claro que si bien el mismo se va apagando, la esperanza está viva en manos y hombros de generaciones de mujeres. Trazos finos, delicados para recrear toda la riqueza de la Naturaleza.¿Mujer hecha árbol o árbol convertido en mujer? No importa, creemos que el valor genuino está en el ensamble y en la actitud de súplica que logra Victoria, cuando decide que las raíces del árbol, arrodillen a la mujer y ella estire sus brazos-ramas, pidiendo detener lo que sus ojos ven: una máquina que “topa” árboles y los lleva, vaciando el espacio, talando sueños. Los mismos que logra liberar al viento desde que las hojas y flores se desprenden en desparramado vuelo sembrador de sueños: que el mundo siga vivo. Y entre ese ramaje ¡un nido! símbolo de procreación, de vida, de calor, cuidados y sonidos. Ya lo dice airoso el cardenal con su copete rojo:¡aquí estoy trinando! y estoy porque alguien me sostiene, protegiendo mi mundo, mi casa, mi familia. Y allí aparece nuevamente la mujer: niña-joven que asume su rol y se guarece en una cueva abrazando la fauna de una comunidad en crisis, de un ecosistema amenazado por la mano del hombre. Esta cueva es lo que nos alienta, lo que nos hace prever-a través de los ojos de Victoria y de su corazón hecho cueva- que la mujer y sus relaciones intergeneracionales, lo que se vive familia –fuente de afectos- y del valor de las voces cercanas sensibilizadoras, son la garantía de generaciones de mujeres empoderadas de su rol de “madres del mundo” y que podemos contribuir hoy, a hacer el mundo de mañana. Todo este sentido, envuelto en un amanecer donde el sol asoma y el cielo que se torna celeste, límpido, luminoso en símbolo de confianza y esperanza. Dejando en claro que la MUJER no teme a este desafío, sino que por el contrario le hace bien asumirlo. Y eso se leía en los ojos de Victoria, joven madre..
Al decir de WangariMaathai, ecologista keniana ganadora del Premio Nobel de la Paz en el 2004, por su lucha ante la atroz crisis ambiental de su país:
“Debemos sanar las heridas de la Tierra…
así sanaremos nuestras propias heridas.
Debemos abrazar la creación en toda su diversidad
belleza y maravilla.
COMEPA, hacemos hoy la salud del mañana.
