Dado los avances en el diagnóstico y tratamiento se ha observado una disminución de la mortalidad en la pasada década con una posterior tendencia hacia a la estabilización.
Los principales factores de riesgo para cáncer de próstata son la edad, historia familiar y factores genéticos.
El más importante es la edad, rara vez es diagnosticado antes de los 40 años y su incidencia aumenta a partir de entonces, con un máximo de diagnósticos entre los 65 y 74 años.
El cáncer de próstata puede, en algunos casos, tener un fuerte componente hereditario. Los hombres con antecedentes familiares de este tumor, en particular si un pariente de primer grado fue diagnosticado antes de los 65 años, tienen mayor riesgo de cáncer de próstata.
Asimismo, debe tenerse en cuenta la presencia de antecedentes familiares, mutaciones genéticas hereditarias o de otros cánceres que podrían estar asociados como el cáncer de mama diagnosticado antes de los 50 años, cáncer de mama masculino, cáncer de ovario o páncreas.
Estudios epidemiológicos han mostrado un mayor riesgo de desarrollar cáncer de próstata en afrodescendientes con edad más temprana. Pero su diagnóstico precoz y tratamiento conlleva a igual sobrevida.
Algunos estudios evidencian que una dieta rica en grasas, baja en verduras, el sobrepeso y la obesidad podrían vincularse a aumento de riesgo de cáncer de próstata, por lo que se aconseja mantener un peso y estilo de vida saludable.
Además, pueden presentarse síntomas urinarios inespecíficos (también podrían observarse en patología benigna de la próstata) como dificultad para orinar o iniciar la micción, alteraciones en la fuerza o forma de la micción, incontinencia, retención de orina, sangrado en la orina, sangrado con la eyaculación, falla renal crónica.
Se recomienda consultar a urología a partir de los 50 años y antes si presenta algún factor de riesgo o síntoma sospechoso de cáncer de próstata.
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